Cuaresma

¿Alguna vez has deseado que las cosas fueran distintas?

Hoy se celebra el miércoles de ceniza. En el calendario de la iglesia cristiana, esto representa el comienzo de la temporada de cuaresma. Se trata de los 40 días antes de los eventos de la muerte y resurrección de Jesús. 

 Tradicionalmente se dedica estos 40 días (periodo simbólico en la narrativa bíblica) a la reflexión y al arrepentimiento. 

 

Pero arrepentimiento nos confronta. 

 

Ruth Haley Barton escribió que “Cuaresma es una temporada espiritual para ver, nombrar, y confesar nuestra propia oscuridad hasta que eventualmente se abra paso a la luz maravillosa de Dios”. 

 

Solo al reconocer que existe esa oscuridad en nosotros es que podemos llegar al lugar de arrepentimiento.  

 

Arrepentimiento tiene que ver con anhelo de que algo sea diferente, con el lamento ante la realidad, pero también el compromiso de hacer lo que está al alcance para que ese cambio se de. 

Imagen de RioC. Wirawan (avalonchurch.net)

 

Lo distintivo del arrepentimiento en la tradición cristiana es que el cambio anhelado, el lamento por la realidad presente, y finalmente el cambio realizado siempre es en función de Cristo. No se trata meramente de cambiar o mejorar, sino de volvernos a Dios, de aceptar la invitación de Jesús de venir a él, de reconocer que él es el mejor camino, de ser más como él. Y con esto, que su reino cada vez más sea una realidad experimentada por todos. 

 

Así que para el cristiano, tal vez es más fácil preguntar: ¿En qué áreas de mi vida reconozco que no soy como Jesús? ¿Cómo podría ser más como Jesús? ¿Cómo podría mi vida reflejar mejor que el reino de los cielos se ha acercado?

 

Pero debemos reconocer también que el arrepentimiento no es un concepto estrictamente religioso.

 

Si no te consideras cristian@ o religioso (y aún si no te interesa serlo), podrías considerar áreas en tu vida en la que identificas que quisieras cambiar, que anhelas algo mejor (para ti y para los demás). Aquellas áreas en las que reconoces oscuridad y deseas que la luz brille. 

 

Pongámoslo así, el arrepentimiento no discrimina. No subestimes lo que puede ocurrir en tu vida cuando abres la puerta a ese tipo de reflexión y auto examen. 

 

Nos vemos al otro lado. 

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